domingo, 23 de marzo de 2014

Algo más que una crónica: mi visita a la Fernando Alonso Collection

Algunas veces resulta muy difícil expresar con palabras lo que uno ha vivido. Contar una experiencia en más o menos detalle... vale, pero transmitir lo que te ha hecho sentir, lo que te ha hecho entender, cómo te ha movido o conmovido... ¡eso es otra cosa! Y es lo que voy a intentar hoy.


Previo.

Lo reconozco abiertamente: yo soy uno de esos fans de la Fórmula1 de los que empezamos a ver las carreras cuando Fernando Alonso Díaz comenzó a dar signos de que podría triunfar. En mi casa hemos sido siempre moteros, y tanto la tradición familiar como la cobertura televisiva hicieron que los domingos del calendario las motos fuesen sagradas, pero ¿los coches? ¿Quién quería ver ganar siempre al mismo? :D

Por eso me siento orgulloso de ser "alonsista". Yo antes ya era un apasionado del mundo virtual pero si ahora me llamo a mi mismo piloto virtual es 'gracias' a la trayectoria deportiva de Fernando. Soy un fan en toda regla. "FA FAster fan" me etiqueto... y no porque sea rápido, sino porque también soy fan de FAster, su marca de ropa.

Así las cosas, a la primera oportunidad de viajar a Madrid desde mi perdido pueblo de Extremadura, ciertamente la curiosidad era mayor que cualquier otra expectativa. ¿Qué encontraré? ¿Por qué dice la gente que se viven emociones fuertes? ¿Habrá algún simulador? XD

Starting grid.

Supongo que tuve suerte. Llegué en un momento en el que no había colas. La sala estaba casi vacía. Aproveché el descuento por familia numerosa para permitirme una audioguía. Aún estaba accediendo a la sala de la Fundación Canal por una rampa cuando una introducción me ponía en situación. No era lo mismo que escuchar a Lobato... pero había sonidos muy familiares, de los que han puesto fondo a horas y horas de entrenamientos libres, clasificaciones y grandes premios los últimos diez años.

Nada más entrar, lo primero que veo, es un precioso trofeo de la FiA. Piloto número 2 del campeonato del mundo 2013. ¡Uaaaas! Menudo recibimiento. Sabemos que el segundo es el primero de los perdedores... pero en este caso no. Alonso lleva varios años demostrando a todo el mundo que con un coche muy inferior es capaz de hacer imposibles. Y aquello que tenía delante era un simple recordatorio; una prueba real, física, material... delante de mí, de que el su sueño se había materializado, se había convertido en realidad y ¡sigue vivo! Además, justo ahora que da comienzo un nuevo campeonato, una nueva oportunidad.

Alonso, humano y cercano.

Enseguida se accede a una zona dedicada a la vida de F.Alonso en el mundo del karting. Unos paneles, una proyección en vídeo con un resumen de sus andanzas, y otro vídeo - esta vez doméstico- de un niño prodigio subido a un karting y conduciendo a toda velocidad en un circuito improvisado en media calle. No hace falta preguntar quién es él: el que adelanta a los demás vuelta sí, vuelta también.


Muchos objetos expuestos, incluyendo la primera licencia de cuando apenas tenía 3 años, el primer kart con los colores del McLaren rojo y blanco de Senna, el primer mono, el primer casco... pero me llamaron la atención dos cosas especialmente: el kart de la foto con el número 14 (¡que no es casualidad!) y la gran cantidad de monos de diferentes tamaños, in crescendo en estatura al mismo tiempo que en 'calidad'.

Aunque son cosas que ya sabía, allí uno se da cuenta de que realmente este 'niño prodigio' hizo del automovilismo su vida. Al principio como un juego, sí, pero después con gran esfuerzo y dedicación, persiguiendo un sueño casi imposible y sin saber nunca cómo podría hacerlo realidad. En uno de los cortes aparece reparando karts de algún niño más pequeño, si no recuerdo mal para costearse gastos de la competición.

Sin duda se hace notar también, aún sin que aparezca ningún rostro, el grandísimo apoyo que hubo de tener por parte de su familia. Habla de su padre, de su hermana (la que no hizo caso al primer kart, posibilitando que su padre le adaptara los pedales para que pudiera llegar)... pero está claro que el esfuerzo hasta llegar a las categorías más altas del mundo del kart tuvo que ser enorme.

Otros dos detalles que me impactaron: una especie de mini-entrevista en un podio a un niño de 6-7 años en la que el speaker le vaticinaba algo así como que "llegaría a ser piloto de Fórmula1" (¡si él supiera...!) y una frase que me llegó al alma: "Tú ya eras un campeón antes de ser campeón".
En mi vida la palabra "campeón" tiene un sentido muy especial... pero es que es verdad. El éxito no es lo que hace grande a una persona, y mucho menos en el caso del automovilismo donde al menos la mitad del conjunto lo pone la máquina.

Todo, todo y todo.

Tras la zona de los primeros años llega el "fuego real" de los monoplazas. Lo reconozco: nunca he asistido a un gran premio de verdad, nunca he tenido a más de un monoplaza al alcance de la mano y no creo que nunca los pueda volver a tener (vivo demasiado lejos de cualquier circuito y tengo demasiadas cargas familiares).

El caso es que, aunque esperaba obviamente ver coches, no pensaba que fuera a verlos TODOS, del primero al último y además colocaditos por orden cronológico.


Como tengo bastante mala memoria, la ayuda del audioguía fue inestimable para ir repasando la trayectoria deportiva del Nano. Desde el primer Fórmula Nissan (¡menuda diferencia con los karts!) y el Fórmula 3000 (bastante más chulo en la realidad que por TV) hasta la llegada a la Fórmula 1...


... y aunque sin querer los ojitos se me iban a los Renault F1 que tantos buenos momentos nos hicieron pasar, la verdad es que tengo que reconocer que a pesar de ser un aficionado "experto" la impresión que causan estos coches en el cara a cara es extraña: por un lado sabes que ahí dentro hay "miles de millones de inversión" en la más alta tecnología. Disfruté viendo los cambios de normativa, buscando los DRS, los difusores soplados, las suspensiones pull o pod...Pero por otro lado casi nada "se ve" a simple vista. Algunas cosas sí, que después os contaré.

Sin duda lo que me pareció más llamativo fue la diferencia entre los coches reales y 'los coches reales que vemos por televisión'. Mi tele no es 3D, pero aunque lo fuera... ¡qué sensación más rara! Sí, las formas están ahí, pero es que vistas con tus propios ojos cambian un montón. Los alerones y los difusores son tremendamente 'largos'. Las curvas, los pliegues,... ¡qué festival! Puedo poneros la foto... pero pasa lo mismo, no tiene nada que ver con la 'realidad':


Daban ganas de meter la mano y comprobar hasta dónde podía uno llegar... cosa que evidentemente no estaría bien y que, por si acaso, un buen grupo de guardias de seguridad invitaba calladamente a no intentar.

Además de los coches, unos expositores muestran los monos, cascos y trofeos de cada temporada. Me pasó un poco lo mismo que con los karts: ¡qué es verdad! Que cada "premio" es un trofeo de verdad, que pesa y que tiene su diseño propio. Parece una tontería, pero luego ves una foto de un podio y te fijas en el trofeo que tiene Alonso en la mano y dices... ¡es este o aquel! Estamos tan acostumbrados a que lo que vemos en pantalla no es real...



De este modo, el palmarés se convierte en algo muy "físico", casi en una cuestión de espacio. A los primeros trofeos de 2003-2004 se suman de repente las dos vitrinas enormes de las temporadas 2005 y 2006, en línea con la de 2007. ¡Madre mía! Eso sí que es una buena colección.


¡El saber no ocupa lugar, pero el ganar sí!
Y, por supuesto, los trofeos que más ocupan (aunque para mi gusto no son los más bonitos ni de lejos) son los dos que hasta el momento pueden hacer sentirse más orgulloso a nuestro bicampeón:


¡Ay, qué tiempos! Y qué ganas de que Alonso pueda volver a levantar uno de estos. ;)
Pero fijaos en el bólido de detrás. Hay que hacer una mención especial al R25 y al R26. Ya se nos han olvidado los tiempos en que estaban permitidos los aletines y demás añadidos aerodinámicos. Una pasada... y, volviendo a lo del efecto de la tridimensionalidad, me quedo con las tomas de aire. ¡Qué profundidad! Ahí dentro caben mis dos sobrinos, uno en cada toma. Es curioso que en la TV siempre salen negros, claro, debido a las sombras, pero allí se veían perfectamente las rejillas metálicas y los carenados por dentro.

Siguiendo con los coches, atravesé la etapa negra (o gris) de McLaren (tratado con un profundo respeto en la colección) y de la vuelta a Renault. Aquí he de decir que lo que me llamó poderosamente la atención fue el magnífico contraste entre el MP4-27 y el R28. No me pude resistir a sacarle fotos a los alerones, pero es que la diferencia a "simple vista" [mucho más veraz que las fotos] era abismal. El McLaren parecía una nave espacial al lado de las líneas rectas y simples (casi propias de un coche de juguetes de los chinos) del R28 o del R29.










Las comparaciones siempre fueron odiosas...




Cuestión de honor.

Justo antes de entrar en el territorio tifosi (los Ferrari se veían desde la rampa de entrada y me estaban llamando a gritos desde hacía tiempo) y seguro que no por casualidad, un golpe de efecto... quizá aprovechando la escasez de trofeos del periodo 2008-2009, esperaba una grata sorpresa.

En una vitrina, detrás de los renoles amarillos, una buena colección de cascos de todos los colores. ¡Alonso también es coleccionista! Y colecciona cascos de pilotos rivales. Una gran muestra del respeto que les tiene tanto fuera como dentro de la pista.
¡Y es que es una pasada el poder ver un cascos, aunque sea, de pilotos como Schumacher, Raikkonen, Kubica, Webber, Hamilton, Vettel, Rosberg...!



La mayor parte de ellos está firmado con alguna dedicatoria. Me llamó la atención la de Vettel: "A Fernando, un gran competidor y un gran comerciante. Me encanta correr contra ti".
Si os digo que desde entonces... hasta casi me cae bien Vettel. :P

No, en serio, creo que es muy importante esta vitrina. Había visto algunas fotos en twitter con alguno de estos cascos y no sabía muy bien a qué venían, pero demuestran el lado humano de estos 'superhombres' y también que las disputas y los comentaristas nos hacen ver cosas donde no las hay. Todos quieren ganar, por supuesto. Es su trabajo, al fin y al cabo. Pero -en esto también tenemos cierta experiencia los que compartimos IPista virtual - hay formas y formas de compartir el asfalto.

Muy chulo el casco de Raikkonen, por cierto. El único mate entre tanto brillo pero con una decoración y un acabado de auténtico lujo.

Ferrari World.

Y por fin llegué a la zona de rojo. Otro gran cambio en los coches (¡grandes los Ferraris, pero de tamaño!) y en los colores.



He de decir que la marca impone, y no solo por los acabados. No sé si será psicológico, pero es que estás ahí, delante de tantos caballos... jejeje. Yo el f-Duct no se los vi, pero sí que pude comprobar que los volantes son muy, muy parecidos al que tengo en casa de Thrustmaster. ;)



Todavía escondía la Fernando Alonso Collection algunas sorpresitas interesantes. Al margen de la colección de coches a escala (que seguro le hubiera encantado a mis peques), y algunos paneles con información sobre la F1, un motor V10 destripado, etc... disfruté con dos zonas: una sala con las paredes proyectadas en la que se repetía un montaje con "la emoción de la Fórmula1" y una zona central con 'mesas interactivas' en las que había demasiada información como para poder exprimirla toda.

¡Ah! Y una videoproyección en plan 'intimista' en la que el mismo Alonso cuenta un poco el porqué de la exposición. Muy gracioso cuando lee la parte de atrás de su primera licencia (3 añitos): "Declara conocer las normas de la FiA y promete cumplirlas...", y comenta "Bueno, ahora tampoco es que las conozca mucho más...".

En las mesas interactivas encontré dos perlitas relacionadas con el mundo del simracing (automovilismo virtual) así que aquí os las dejo:

- Una, de los inicios de la aventura... ¿os acordáis de las declaraciones del joven Alonso diciendo que se sabía los circuitos por la Playstation? Pues aquí estaba... "disfrutando de unas partiditas con los amigos":


- Y, para acabar, una de las apabullantes cifras del samurai: nada menos que 18.000Km cada año hace Alonso en el simulador. ¡¡Me temo que cuando se retire nadie va a poder hacerle sombra en los circuitos virtuales!! XD


Si eres fan, no te la puedes perder.

En serio. Por muchas fotos que veas... merece la pena acercarse a verla. 150.000 visitas van ya.
En la salida hay una terminal en la que puedes dejar tu videomensaje grabado. Yo sólo supe decir que pensaba que era un gran fan de ALO y que poco iba a poder aprender o descubrir allí, pero que me iba contento y satisfecho.
Ahora puedo decir que fueron dos horas de gran provecho en las que pude vislumbrar a un Fernando diferente - sin periodistas de por medio- mucho más cercano, humano, real.
¡Enhorabuena, campeón!