Imagina que tienes el coche, tienes esta pedazo de carretera, estás preparado... con el motor en marcha... pero ¡los comisarios del puesto de salida te prohíben el paso!
¿Motivo? - Hay otras muchas otras carreteras de las que disfrutar. :(
¿Habéis oído la expresión de "ponerle puertas al campo"? Pues eso más o menos fue lo que intentaron hacer con mi afición al simracing por estas fechas... hace ya casi dos años. El tiempo pasa muy rápido.
Al final, muy lamentablemente, aquella historia se convirtió en la muerte de la "Liga Safety-Car" a pesar de que aún sigue habiendo dos o tres pilotos que usan la etiqueta -[SCN] tras su nick.
Lo malo es que aquellas personas, a las que durante más de año y medio consideré "mis amigos", tienen nombre y apellido - además de nick -y es una pena que por culpa de malentendidos y/o malmetidos hayamos dejado de compartir esta bonita afición por el automovilismo virtual. Regularmente me acuerdo de ellos y de lo bien que lo pasamos... y el sentimiento suele ser de rabia y decepción, aunque el tiempo cura todas las heridas.
No voy a dar nombres, porque no es necesario. Éramos una comunidad relativamente pequeña pero muy bien avenida, con muchas ganas y capaces de montar todo el tinglado necesario: parte técnica, foro (hijo del famoso Safety-Car.es), clasificaciones, repeticiones, vídeos, crónicas de carrera... etc.
Pero, sobre todo, lo pasábamos bien. En dieciocho meses hay tiempo para muchas cosas... momentos mejores y peores, momentos de éxito y de fracaso, momentos gloriosos, momentos tristes... ¡muchas cosas!
El caso es que con ellos aprendí que lo más importante del #automovilismovirtual no son los simuladores, ni las carreras, ni los foros... sino las personas. Pero las personas pueden llegar a ser tremendamente injustas y malintencionadas... así que como en toda comunidad humana cabe el riesgo de destruir en lugar de construir, de banear en vez de hablar y aclarar las cosas, de ponerse de perfil en lugar de tomar partido en una discusión.
No me quedé callado. Luché. Pregunté las razones (que nunca fueron dadas porque la persona que me baneó ocultó los verdaderos motivos al resto). Insistí. Cuando fui expulsado del foro intenté recuperar el nicho. Fue peor... me acusaron de traición. Cambié de nick. Todo estaba perdido ya. Fue algo realmente triste.
Hoy puedo decir públicamente, después de dos años de todo aquello... que he perdonado y que olvido. He perdonado unilateralmente a quien traicionó a los que le involucramos en un proyecto común como si fuera un hermano (y jamás le difamaré contando la jugada rastrera que nos hizo). He perdonado a aquellos que fueron engañados y que tomaron parte sin querer escuchar mi versión. En cierto modo les comprendo: dependían demasiado del superadministrador (que ponía los servidores y la tecnología). Sin duda pensaron que debían elegir entre él o yo, y eligieron de un modo muy razonable. :D
Le sigo la pista a cuatro o cinco de los más activos. Están en escuderías de competiciones prestigiosas, disfrutando. ¡Me alegro por ellos!
En fin. Toca pasar página y olvidar, como digo, sin que por ello la experiencia de ser baneado haya sido una de las peores de mi vida virtual.
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