El coche virtual de Fernando Alonso cruza la línea de meta del circuito virtual de Indianápolis por delante del de Jenson Button en la Legends Trophy by THE RACE. - mayo de 2020. |
Pero es que lo que acaba de hacer este hombre es tremendo y voy a tratar de explicar por qué me atrevo a decir que efectivamente, Fernando Alonso ha demostrado de una vez por todas que es un prodigio de la conducción, sin duda uno de los mejores pilotos de carreras de todos los tiempos, y virtualmente el mejor.
Virtual, claro, es la clave. Porque es que hace dos semanas, tras muchas reticencias e infortunios (como el de que alguien mal informado o malintencionado le dijera que montar un simulador en casa le costaría 30.000€) por fin a Alonso le instalaron un cockpit virtual. Es decir, un conjunto de asiento, volante y pedales conectados a un aparato - en este caso un PC gaming -que le permite conectarse online con otros corredores para disputar carreras virtuales. Es lo que conocemos como Simracing y es una práctica cada vez más conocida que ha venido conquistando poco a poco a fanáticos del motor en los últimos 15 años.
El propio Alonso anunció en 2017, antes de retirarse de la Fórmula1 por primera vez, la creación de su propia escudería de pilotos virtuales, aunque posteriormente aquel proyecto se fue diluyendo hasta casi desaparecer de los círculos mediáticos.
Pues bien. El caso es que finalmente, gracias a la gente de ALLINSPORTS* el asturiano ha podido probar de primera mano cómo va esto, en primera persona. Quizá tiene algo que ver con que allinsports.it sea una casa italiana fundada por Anton Stipinovic, ingeniero electrónico de la F1 que ha trabajado para Ferrari, McLaren y RedBull, y que desde 2008 se dedica al Simracing. Quizá también el hecho de que en abril esta compañía fue adquirida al 100% por TORQUE eSPORTS, los realizadores de las series THE RACE All-Stars que han convencido a Alonso para unirse a ellas, y que al mismo tiempo está detrás de las competiciones de McLaren "WFG" - World's Fastest Gamer.
Y, por supuesto, ha influido el hecho de que muchos otros pilotos de la categoría de Button, Magnusen, LeClerc, Norris, Carlos Sáinz Jr., Montoya, Solberg, Castroneves, Serviá... hayan entrado a probar el mundo del automovilismo virtual debido a la pandemia mundial del coronavirus.
Aquí os dejo una imagen del modelo de simulador que han instalado a Alonso. El aro de volante no es ese exactamente, sino un modelo nuevo bastante similar, pero más o menos sirve para hacerse una idea.
Pues muy bien, estará pensando más de uno, todo eso está genial pero ¿en qué demuestra qué, decías?
Antes de continuar me gustaría hacer dos apreciaciones:
- Llevo disfrutando del Simracing desde hace una década, y tengo en casa un simulador parecido (algo más modesto, con triple pantalla en lugar de esa barbaridad, pero de la misma "categoría" por así decirlo).
- He competido utilizando el mismo software que Alonso en estas dos semanas, de nombre rFactor2. Es un simulador de los más duros o "hard-simracing", en el sentido de que pretende ser muy realista por la cantidad de parámetros que se pueden configurar y tener en cuenta.
Para los que nunca os hayáis subido a los mandos de un simulador doméstico de este tipo, aclarar que no se trata de una maquinita de feria. Ese volante que veis lleva un buen par de motores eléctricos incorporados, que son capaces de producir sensaciones y efectos de movimiento (conocidos como Force-Feedback) bastante realistas. El que yo tengo, por ejemplo, no está recomendado para menores de 16 años.
Ahora bien, ¿de qué estamos hablando entonces? Pues de que lo que ha sido capaz de hacer Alonso subiéndose a uno de estos cacharros y practicando dos semanas es impresionante.
Tened en cuenta que cualquier práctica "deportiva" tiene sus "trucos", sus historias. Es verdad que los comportamientos consiguen lograr una simulación cada vez más realista, pero hay detalles tan chungos como que un único parámetro de configuración del volante (el ángulo de giro) puede hacer cambiar totalmente la experiencia o el control que tienes sobre el coche.
El caso, que en su primera participación, sólo dos días después de que le instalaran el volante en casa, yo estaba temiendo lo que posteriormente pasó: doble abandono. Descontrol, trompos, choques... ¡un rookie en un mundo desconocido!
Sin embargo, ya se vieron maneras, como lo cerca que quedó de la clasificación de un grande como Button. Ver que sólo le sacaba dos décimas en la primera vuelta cronometrada fue una pasada. ¿Cómo es posible? El inglés llevaba varias semanas compitiendo, mientras que el español acababa de empezar. Es cierto que no es la primera vez que tenía un simulador en casa, pero en esta ocasióin era muy diferente.
Por eso tras esa primera 'mala' experiencia no me cupo la menor duda de que a Alonso le iba a picar el gusanillo. Si a los que somos simples aficionados nos mola el simulador, ¿cómo no le iba a gustar a él sacarle el jugo? Estoy convencido de que esa primera semana de entrenos se la tomó muy en serio. ¡Y tanto! Algún día puso en Instagram una foto del anillo a las doce de la noche.
Estaba claro, él mismo ha manifestado muchas veces que no le gusta perder "ni al parchís". Así que sabiendo que iba a entrenar y tomárselo en serio - ¡quiero pensar que con ayuda para los setups, que son endiabladamente complejos! - sólo faltaba ver hasta dónde podría llegar.
Porque, amigos, aquí viene el kid de la cuestión, resulta que una de las mayores diferencias entre el simracing y el motorsport real es que todos los coches corren lo mismo. Los pilotos virtuales están en perfecta igualdad de condiciones frente a la máquina, y eso hace que las carreras virtuales entre profesionales sean siempre más parecidas a una "copa monomarca" que a otras categorías como, por ejemplo, la Fórmula1, la WEC, la NASCAR o la Indycar.
También es cierto que otra gran diferencia es que los coches virtuales no gastan neumáticos ni consumen gasolina, motivo por el cual los simracers podemos invertir horas y horas a los mandos del simulador. Nuestro equivalente monetario de un presupuesto de mejoras viene siendo equiparable al tiempo disponible para entrenar y desarrollar las mejores configuraciones del coche, la estrategia de la carrera, etc.
Pues allí estaba: Alonso frente a un nuevo reto. Esta vez en un oval virtual. Casualmente, simulando la Indy 500 que persigue para lograr la triple corona. Con pilotazos de gran categoría, con más experiencia en el simracing. ¿Y qué hace? P4 en clasificación, carrerón y victoria por delante de su ex-compañero de equipo Jenson Button, a la postre ganador del campeonato.
Pero no queda ahí la cosa, no. Porque una segunda carrera con parrilla invertida, más de veinte pilotos por superar... ¿y qué ocurre? Que en una admirable demostración de dominio del simulador - sic! - vuelve a colocar su monoplaza virtual en primera posición. Doble victoria. ¡Impresionante!
Bien. Alguien dirá que es un golpe de suerte, que quizá los demás no se lo tomaron en serio.
Una semana después. Mismo escenario: a los mandos del simulador. Distinto coche virtual, distinto circuito. ¿Qué hace Magic Alonso? ¡Pole!
Y no una pole cualquiera sino que saca más de medio segundo (0,627 seg.) a su máximo rival - de nuevo Button - y más de un segundo al resto de pilotos.
Gana la carrera con soltura, con un ritmo muy superior al resto (recuerdo: mismo coche, mismo motor, mismo desgaste en los neumáticos, etc.).
¿Casualidad?
Sólo faltaba llegar a la carrera de parrilla invertida nuevamente y que todos estuvieran pensando, ¿será capaz de hacerlo de nuevo?
¡Y lo hizo!
Cuatro carreras, cuatro victorias. Y el resto de grandísimos pilotos... ¿en qué se habrán quedado pensando?
La cosa no ha quedado aquí, ya se ha apuntado con su gran amigo Barrichello y otros dos simracers profesionales a las 24h de LeMans virtuales. ¿Pensáis que no está entrenando ya? :D
En conclusión, sea cual sea el coche, la calidad del piloto se aprecia cuando llega el punto en que "se hace uno" con la máquina. Cuando es capaz de colocarlo donde quiere, de alcanzar los límites, de obtener respuestas que están en su cabeza, de tapar huecos, de pasar por el ápice, de maniobrar un adelantamiento o apurar una frenada.
Y, al parecer, Alonso es capaz de hacer esto mismo, ya sea en un Fórmula 1, un LMP, un Indicar, un coche de rallyes... o uno virtual.
Es cuestión de manos, señores. De habilidad al volante.
Hace unos años la Universidad de Sheffield realizó un estudio estadístico sobre los mejores pilotos de la Fórmula 1, estableciendo comparaciones con los compañeros de equipo, teniendo en cuenta la 'supremacía' de los coches, la reglas de cada temporada, etc.
Según aquel estudio Alonso sería el tercer mejor piloto de la historia, por detrás de Fangio y de Prost.
Y puesto que ni Fangio ni Prost han podido enfrentarse en ninguna carrera virtual a sus semejantes... por eso me atrevo a afirmar que queda demostrado que Fernando Alonso es, virtualmente, el mejor piloto de todos los tiempos.
Sólo falta que vengan Hamilton, Vettel y Rosberg a sumarse a la fiesta. ¿Les veis enfrentándose al asturiano en igualdad de condiciones?
Yo hasta pagaría por verlo, sin duda. :D
¡Larga vida al Simracing!
@dazzmcrush
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* Allinsports ha sido un socio técnico de Ferrari Driver Academy desde su concepción en 2009, que entrena a futuras estrellas de carreras y suministra simuladores de Ferrari a medida para clientes muy exclusivos.
Tanto los simuladores profesionales de tamaño completo como los de deportes electrónicos se fabrican en la base italiana de fabricación y desarrollo de Allinsports en Maranello, Italia, ubicada a solo 3,7 millas de la fábrica de Ferrari.
Ayudando a llevar la experiencia de Allinsports F1 al mundo de los deportes electrónicos se encuentra el Director Técnico de la compañía, Giacomo Debbia, un veterano de 25 años del equipo Ferrari de Fórmula 1 y que dirige el equipo de diseño de todos los simuladores.