lunes, 30 de septiembre de 2013

El secreto del simracing



Ayer tuve la dicha de volver a compartir IPista con algunos buenos amigos. Fue de rebote, por casualidad... una afortunada coincidencia, y aunque me da pena que tuviera que ser así la verdad es que durante algunos minutos volví a sentirme realmente bien. Yuhuuuuuuu!!

Y es que de un tiempo a esta parte - y 'gracias' a mi triste experiencia - me doy cuenta de que lo que realmente impacta del automovilismo virtual no es la simulación perfecta, ni las buenas sensaciones la volante, ni siquiera los éxitos o las victorias sobre los rivales. Por supuesto, todo eso ayuda... pero estoy convencido de que la clave del éxito de esta afición, el auténtico secreto del simracing, no es otro que el de la experiencia compartida. Dicho de otra manera, el sentido de dar vueltas y vueltas a un trazado virtual es el de encontrar al otro lado de las redes informáticas a compañeros, rivales y amigos.

De hecho, resulta curioso que mis mejores 'amigos virtuales' son al mismo tiempo mis grandes rivales. Aquellos con un nivel de pilotaje similar y con el que normalmente soy capaz de codearme en IPista.

Quizá no es un secreto, sino un secreto a voces... y he sido yo el único que ha estado ciego durante este tiempo. De haberme dado cuenta antes probablemente el devenir de mis competiciones virtuales hubiera sido diferente.

Hoy hace exactamente un año que corrí mi última carrera en SCN, y seis meses desde que solicité mi reinscripción en su competición. Hubo malentendidos, malos rollos,... intenté pasar página pero terminé baneado por mis propios 'compañeros de liga'. Snif. Ni siquiera se me dio opción a dialogar o a dar mi versión de los hechos...
Digo yo que los amigos hablan, se explican las cosas y saben perdonar. Aún no entiendo si durante dos años tuve unos 'amigos virtuales', más interesados en la realidad virtual que en la amistad, o bien si fui yo el mal amigo que cometí algún error imperdonable. Me niego a creer lo primero y nadie a tenido a bien hacerme ver lo segundo.

En cualquier caso, lo que sí que he aprendido es que el mejor simulador del mundo, el mejor cockpit con el mejor volante, deja de ser divertido (casi!) cuando echas de menos a los amigos. Precisamente por eso el universo simracer está plagado de comunidades virtuales, foros y ligas de amiguetes que, ni más ni menos, lo pasan bien con esto del automovilismo virtual.

A partir de ahora cierro capítulo. Mi existencia virtual se debate entre el "Dazz-[SCN]" que fui y el 'Dazz' que sigo siendo. Nunca perdí la esperanza en mi comunidad, en mis amigos (al menos en los que considero 'amigos de verdad'), pero cada vez veo más difícil resucitar.

¡Larga vida al simracing! ¡Larga vida a SCN!
DZZ.


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