domingo, 26 de mayo de 2013

El secreto del éxito (del simracing)


Esto del "automovilismo virtual" es algo muy, muy reciente. Como otras tantas cosas relacionadas con las nuevas tecnologías, su aparición y desarrollo han sido fulminantes, casi de la noche a la mañana.

Evidentemente, si tuviéramos que situarlo en un árbol de I+D, estaríamos hablando quizá de la línea de los "videojuegos online". Por descontado, la red de redes ha sido determinante, y no sólo su existencia (1993) sino el aumento de las velocidades de conexión que se hicieron necesarias para poder compartir IPista "en tiempo real". Los antecedentes fueron los juegos en red, como el magnífico GP4 de Microprose, o los Colin McRae en el mundo de los rallyes (éstos incluían el modo hot-seat de competición por tiempos); las primeras comunidades internautas de pilotos virtuales utilizaron el F1Challenge 99-2002 de ISI (2003), el F1 2005 CE de Sony (2006) o, en menor medida, el Gran Prix Legends de Sierra Entertaimnet (1998)

El cuándo un videojuego se convierte en un "simulador" tendríamos que discutirlo en otro momento... y depende no sólo de cuestiones técnicas sino del uso que hacemos del software. Y lo digo porque conozco a gente que con un HOTAS y un 'simulador de vuelo' hace de piloto virtual volando desde Madrid hasta Estocolmo empleando las mismas horas que un vuelo comercial. ¡Y sin moverse del asiento! :O

El caso es que la fórmula del automovilismo virtual parece ser esta:
 AV =  'simulador de conducción' + conexión* a través de Internet.

* En ocasiones se añade un servidor dedicado.

Sin embargo, creo que el verdadero secreto del éxito del simracing es otro y se debe a dos factores que no aparecen debidamente reflejados en esta ecuación.

El primer factor determinante, por supuesto, es el de la afición por el automovilismo. Parece de perogrullo, pero no lo es ('para nada'). Los simracers proceden de países con tradición automovilística: Argentina, Estados Unidos, Inglaterra, Alemania, Noruega... Italia, Brasil,... y ¿España? Sí, también nuestro país ha tenido siempre una cierta tradición, aunque en las últimas décadas el deporte de motor nacional ha sido sin duda el motociclismo. Sin embargo, la 'era Alonso' ha coincidido casi providencialmente con el boom de los simuladores, y por ende, del simracing. ¿Os acordáis de las declaraciones de Alonso en Renault en las que decía conocer los circuitos gracias a su PS2? Así, nuestro país es uno de los que cuenta con más aficionados, con más comunidades virtuales, e incluso con empresas del sector (p.e. Playseat).

Aún así, también hay muchos aficionados o incluso pilotos reales que están totalmente en contra de la simulación. La clave definitiva del éxito del simracing es otra: la comunidad.

Digámoslo de esta manera: ¿qué sentido tiene dedicar horas de entrenamiento y reservar un tiempo valioso en la agenda para conectarse por Internet junto con una pandilla de locos? ¿Qué es lo que gana el simracer, qué le aporta? ¿Por qué se engancha a esta práctica? ¿No sería igualmente divertido, o incluso más desafiante, simplemente 'jugar contra la máquina?

Pues no. Precisamente creo que lo que mueve a los pilotos virtuales es precisamente el encontrarse con otros simracers sobre el asfalto virtual. Compartir la afición, compartir experiencias, aprender juntos... y competir unos contra otros. Diversión, entretenimiento, amistad. Imitar a nuestros ídolos, que también se enfrentan codo con codo con sus rivales.

Pensadlo: hoy en día existen videojuegos con una IA tremendamente desarrollada. No creo que precisamente simular el comportamiento de vehículos en una carrera supusiera un reto grandísimo... pero correr contra un sistema de software es algo totalmente artificial; es una mera cuestión de grado de dificultad. En función de cómo configuremos la IA puede resultar totalmente imposible puntuar en una carrera o tremendamente fácil hacer un grand chelem. ¡Es bastante absurdo!

Sin embargo, encontrarte con gente al otro lado de la pantalla... pilotos virtuales con tu misma sensibilidad por el mundo del motor, con conocimientos y habilidades dispares... ¡he aquí un reto y un sentido!

Finalmente, si la gente con la que te encuentras es agradable, si existen buenas vías de comunicación (foros, mensajes, chats, etc.) y una buena organización... ¡enhorabuena! Has llegado a convertirte en un verdadero 'piloto online' o v-pilot.

Generalmente los simracers (no todos) se vuelcan con la afición. Siempre hay alguien en cada comunidad que tiene un perfil tecnológico y es capaz de dar forma a la estructura técnica necesaria. Otro es un artista de la decoración... o sabe hacer vídeos.... o te hace un setup genial y a medida. En mi experiencia, hay muchos pilotos virtuales altruistas y geniales, que hacen que la experiencia sea enriquedora y muy divertida. ;)
Esto es lo que de verdad hace de esta práctica del AV algo hermoso, y que mueve el 'corazón' y la 'pasión' de los aficionados por este mundillo a seguir corriendo, ¿no es verdad?

Eso sí.... una justa advertencia: en el momento en que falten esos compañeros que están 'al otro lado' de la pantalla... puede que tu afición de simracer deje de tener sentido. Es lo que tiene, compañero. Algo tan real como la vida misma, y que ocurre en muchas otras facetas o aficiones deportivas.


3 comentarios:

  1. y por eso iRacing esta creciendo tanto, porque hay competición.

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  2. Bueno... con matizaciones. También es verdad que como en toda nueva 'realidad' aparecen reajustes y evoluciones.
    Cada vez hay más pilotos experimentados, más pilotos "ganadores" en sus ligas correspondientes, que buscan competir a un "nivel superior". Es lógico que poco a poco se vaya aglutinando y escalando la afición.

    Pero no es esa la idea fundamental del artículo. Lo que he querido decir es que lo importante y gratificante es COMPARTIR la afición (ciertamente, compitiendo con otros). No creo que iRacing sea una buena plataforma de iniciación, entre otras cosas por el coste que supone para un 'rookie' (que en muchas ocasiones puede ser un joven adolescente). Pero bueno, no deja de ser una opinión muy cuestionable. Para gustos los colores. ;)

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  3. En realidad, las comunidades de pilotos virtuales, como todo grupo humano más o menos cohesionado... debería seguir la teoría de la dinámica de grupos. Hmmm...

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